Desde los 70 la catalana Teresa Lanceta es artista tejedora. Su trabajo puede ser interpretado ideológicamente en favor de un arte femenino, colectivo y anónimo. En concreto, Lanceta imita los procesos artesanales, la estructura formal y hasta cromática que las comunidades de tejedoras del Medio Atlas aplican en la creación de, por ejemplo, las handiras.

La handira es una cobertura que las recién casadas tejen para el lecho nupcial pero que también puede servir de manto contra el frío, conjurar el mal y atraer la fertilidad. Como para muchas otras etnias, los objetos y los motivos visuales contienen significados y usos múltiples. El proceso de tejido a mano está pensado para dotar a los textiles de la baraka (es decir las bendiciones). Un pequeño texto sobre los tatuajes maoríes del teórico psicoanalista Vicente Mira proporciona una lectura antropológica de los motivos de la handira: “Para aquellos que saben cómo leer los rombos, las líneas y los colores, cuentan una historia. Los dibujos, viejos de siglos, son testamento de identidad. Leerlos es como llegar al pasado y a los antepasados para que te aconsejen. Llevarlos es la más alta protección física y espiritual.”

4. La Casa Encendida_Adi¢s al rombo.Teresa Lanceta_Fotos de sala

13. La Casa Encendida. Teresa Lanceta. Al Norte del Atlas Medio

Al Norte del Atlas Medio 1999 Técnica Mixta/Algodón, lana y tafetán 150 x 250 cm

Naturalmente, ni Lanceta ni nosotros sabemos “leer” las handiras pero la artista establece con ellas un intrincado juego de repetición y diferencia que se explicita a lo largo de toda la exposición de manera que sus piezas, que parecen cuadros abstractos geométricos tejidos, cuelgan al lado de la handira, kilim o alfombra originales. Así, en la serie que da título a la exposición Adiós al Rombo, Lanceta se centra en la línea quebrada, que, doblada como un espejo, produce una sucesión de rombos. Esta estructura es simplificada respetando ciertos ciclos que se dislocan o se desplazan ligeramente de manera que resultan semejantes a los que exhiben los tejidos tradicionales pero nunca equivalentes, en el sentido de que no “dicen”, ni funcionan, de la misma manera.

Igualmente este deleuziano juego de repetición y diferencia resuena en las series de dibujos donde Lanceta retrata a mujeres del atlas. Aquí Lanceta intenta conjurar el exotismo de sus modelos y las etiqueta por sus profesiones: filósofa, traductora, amada… o sus relaciones: paisanas, amigas o madre e hijas gemelas, para mostrarlas en lo que tienen de semejante con nosotros y con ella misma que también tiene amigas y parientes y es tejedora. Pero a lo que Lanceta quiere aproximarse, lo que quiere repetir de verdad, es la magia de estos tejidos. Y de sus gentes a las que describe con gracia en sendos vídeos: La mujer tejedora, la tejedora mujer. En las altas montañas I y II.